Uno de los anhelos de Croacia ha sido la entrada en la Comunidad Económica Europea y la adhesión a la eurozona. Y por fin, a partir del 1 de enero de 2023, las fronteras de Croacia se abrirán para sumarse al espacio Schengen.
Libre movimiento
De este modo desaparecerán los controles de entrada y salida por carretera de viajeros que entren y salgan a través de las fronteras con Eslovenia y Hungría. Las medidas en el ámbito aeroportuario se comenzarán a aplicar a partir del 26 de marzo cuando el libro movimiento del espacio Schengen sea 100% efectivo.
A los viajeros cuya nacionalidad sea de un país de la zona Schengen solo se les requerirá el documento de identidad o pasaporte. Y aquellos que lleguen a Croacia desde fuera de la zona Schengen a Croacia solo tendrán que pasar controles migratorios en los aeropuertos croatas, pudiendo posteriormente viajar por el resto de países Schengen con libertad de movimiento.
Los viajeros extracomunitarios que no necesitan visa sí deben sin embargo, cumplir ciertos requisitos. Por ejemplo argumentar el motivo del viaje, disponer de reservas de vuelo y alojamiento y ser capaces de demostrar solvencia económica para acometer los gastos durante la estancia. Es por ello que es recomendable contratar un seguro médico de viaje (solo viajeros extracomunitarios llegados por ejemplo de México, Argentina o Estados Unidos, y que no cuenten con la tarjeta sanitaria europea).
Moneda común
Aunque en muchos casos ya se podía pagar en euros, la entrada de la moneda europea ya será oficial, sustituyendo a las kunas croatas, la antigua moneda de Croacia.
Impulso al turismo croata
Estar dentro del espacio Schengen supone la eliminación de una frontera física y mental para que el turismo de Croacia se vea favorecido. Se espera que las inversiones económicas aumenten y potencien el sector turístico.
Y para el viajero y las mercancías, los tiempos de espera en los puestos fronterizos desaparecerán cuando se entre desde Eslovenia o Hungría.
