Bakar

Croacia es un país en el que deberíamos pasar una larga temporada para poder visitar todos sus rincones, ya que realmente es una fuente inagotable de ciudades y pueblos con un encanto especial, uno de estos lugares es Bakar, es una localidad costera situada en Primorje-gorski Kotar, muy cerca de Rijeka.

QUÉ VER EN BAKAR

Este pequeño enclave fue un puerto militar debido a su geografía que permitía resguardarse del enemigo gracias a su bahía. Además Bakar también fue declarado puerto franco por los Habsburgo. Bakar es una ciudad medieval, caracterizada por su castillo que data del siglo XVI, un castillo situado en la cima de un pequeño monte, este monumento que ha sido restaurado en parte, tiene cinco torres cilíndricas que dan una idea del aspecto original.

En Bakar además de pasear por sus callejuelas empedradas, podemos visitar el museo de la ciudad que data de 1690 y guarda toda la historia de este pequeño puerto de mar. Además callejeando por Bakar encontraremos sus dos iglesias, la de San Andrés, patrón de los marineros y la de Santa Margarita. En el Casco Viejo de Bakar se encuentran algunas joyas arquitectónicas como los palacios de  Batagliarini, Petazzi y el episcopal.

DÓNDE ALOJARSE

Para alojarnos en Bakar lo mejor es acudir al alquiler de habitaciones, no tendremos ningún problema ya que son muchos los habitantes que utilizan sus casas para este fin. Pero si queremos disponer de todas las comodidades pues podemos acudir a alguno de sus hoteles, que son escasos.

Aunque no muy lejos de Bakar, se encuentra el camping de Bakarac, un lugar que cuenta con 600 plazas y a unos 500 metros de la playa, os podéis imaginar que al ser Bakar un lugar turístico, este camping se convierte en un lugar con mucho ambiente sobre todo en la época estival. Si nos alojamos aquí, podremos visitar la aldea de Bakarac que también cuenta con puerto marítimo. Bakarac es conocido por toda la zona por sus viñedos y el caldo que producen, el llamado bakarska vodica, un vino espumoso.

Si continuamos hacia el sur, nos encontramos con la población de Kraljvica, un lugar con sabor medieval, que nos lo trasmiten sus dos castillos, además podremos pasear por los astilleros famosos por haber sido el lugar donde trabajó Tito, durante un año escaso. Y de aquí podemos coger rumbo a la isla de Krk a través del puente modernista que une la población de Kraljvica con la isla.

La mejor solución para visitar todos estos lugares es el alquiler de coches.