Os proponemos una ruta por la Costa Dálmata, las opciones son múltiples y por supuesto variables, nosotros os contamos las altenativas más viables y atractivas.
Las mejores conexiones aéreas desde España nos llevan hasta Dubrovnik o Split, por lo tanto lo ideal es valorar cual es la opción más económica y comenzar por una de las dos ciudades.
Imprescindible alquilar un vehículo, os recomendamos hacerlo con anterioridad.
Cerca del aeropuerto se encuentra la ciudad de Catvat, un pequeño pueblo marinero con unas calas de aguas cristalinas espectaculares, perfecto para darnos un baño en un lugar tranquilo antes de dirigirnos a Dubrovnik. Esta localidad tuvo mucha importancia durante el Imperio Romano siendo un punto estratégico en lo comercial y militar.
Retomamos nuestra ruta, en menos de media hora llegamos a Dubrovnik, es una ciudad increíble, con mucho que ver y explorar, descubrir su Old Town, pasear sobre las Murallas mientras divisamos numerosos escenarios de Juego de Tronos, beber agua en la Fuente de Onofrio y conocer su interesante historia…, sin duda Dubrovnik bien merece unos días de nuestra ruta por la Costa, para degustar su sabrosa gastronomía, subir al funicular para poder ver las panorámica de la ciudad y relajarnos mientras vemos la puesta de sol, empaparnos del gran ambiente que existe al anochecer y por que no, realizar alguna actividad como dar una vuelta en canoa alrededor de la Isla de Lokrum. Como veis en Dubrovnik hay mucho que hacer.
Ya en dirección hacia Split debemos hacer una parada obligatoria, Ston, sus murallas merecen una jornada, dicen que son las segundas más largas del mundo, además conoceremos que se construyeron para proteger sus preciadas salinas, hoy en día símbolo de la ciudad, desde Ston podemos llegar caminando hasta Mali Ston dónde debéis degustar sus sabrosas ostras.
Continuamos nuestra ruta atravesando Bosnia, por si no lo sabéis debéis llevar el pasaporte en regla, casi siempre lo piden, en verano en el paso fronterizo suele haber bastantes colas, así que paciencia.
La carretera de la costa es impresionante, no te cansaras de mirar por la ventanilla del coche, los acantilados son imponentes, así como las montañas calizas que nos acompañan durante el viaje, es un placer poder parar de vez en cuando en alguna de sus poblaciones como por ejemplo Gradac, un pequeño pueblo muy turístico, con unos cuantos restaurantes, dónde podremos descansar mientras tomamos un rico plato croata, podremos darnos un buen baño, siempre con cangrejeras, y retomar el viaje.
Tras un buen rato en carretera se atraviesa el el Delta del Neretva, allí se encuentran las tierras más fértiles de la zona, por ello se cultivan multitud de alimentos, un gran vergel sin duda, tras atravesar Ploce continuaremos nuestra ruta hacia Makarska, existen numerosos «miradores» en la carretera de la costa que nos invitarán a parar para tomar fotografías de las penetrantes aguas turquesas.
Llegamos a Makarska, según nos asomamos a esta ciudad nos damos cuenta de que es un destino turístico en potencia, probablemente muchos croatas eligen este lugar para disfrutar de sus vacaciones, así como turistas de todo el mundo, Makarska tiene muchos atractivos, su casco viejo invita a pasear y dejarse llevar entre calles, pero también es gran protagonista su larga playa de piedras, como la mayoría de Croacia.
El siguiente destino es Split, ciudad sorprendente, animada, acogedora, mágica, envolvente…., en Split es necesario pasar unos días para poder disfrutar tranquilamente del las calles que discurren por el Palacio de Diocleciano, de los extramuros tan interesantes, la cultura de esta ciudad es muy intensa por lo que recomendamos degustarla poco a poco, existen alojamientos modernos y cercanos al centro que harán nuestra estancia más agradable si cabe.
El ambiente nocturno es Split es llamativo, en la riva del puerto hay numerosas terrazas repletas de gente tomando algo, además hay varias discotecas dónde acuden los más jóvenes. Las terrazas están cuidadas al mínimo detalle, en general en todos los lugares de Croacia en los que hemos estado es así, todo está milimetricamente ordenado y decorado, es un placer para la vista esta cuidadosa decoración.
Esta ruta se puede realizar en cuatro o cinco días, pero si disponemos de más tiempo os recomendamos visitar la isla de Brac o la Isla de Hvar, se puede hacer desde los ferrys que conectan Split o Dubrovnik con ambas islas, si vais en coche deberéis hacerlo así, si no lleváis coche también podéis subir en un catamarán que son mucho más rápidos y tienen numerosas conexiones.
Son dos islas maravillosas, con tanto que ver y hacer…, excursiones a monasterios perdidos entre las rocas, rutas en motocicleta atravesando la isla, conocer alguna de sus playas nudistas, tomar un mojito en algún chiriguito de las islas Pakleni, conocer la historia de la ciudad de Hvar, colonizar fortalezas…
Si necesitáis alguna información más detallada no dudéis en escribirnos!!!